No obstante, con su distanciamiento, Vázquez llevó a la izquierda a plantearse una serie de interrogantes, que en el marco de la discusión por la reestructura de la coalición, no estaban en la agenda.
¿Puede el Frente Amplio acceder a un eventual tercer gobierno sin Vázquez? En la coalición, ¿pesa más el liderazgo que el proyecto? ¿Hay o no candidatos naturales? ¿Poco más de tres años son suficientes para posicionar a una nueva figura como alternativa electoral en 2014? ¿Puede iniciarse en la fuerza política un proceso de renovación, como lo planteó el presidente José Mujica?
Estas y otras preguntas similares formaron parte de los análisis políticos que realizó cada una de las direcciones de los partidos que integran el FA, en el que predominó la idea de que la coalición no puede hipotecar su futuro electoral, al tiempo que se trató de separar el tema de la renovación del de las candidaturas.
Mientras algunos grupos prefirieron llamarse a silencio para no ingresar en la discusión de temas electorales, otros no dudaron en reafirmar su apoyo a Vázquez y una minoría minimizó la decisión del ex presidente, por considerar que el FA trasciende a sus propios dirigentes.
A eso se sumó la opinión de Mujica, quien luego de señalar que hablaría con Vázquez del tema, estimó que ante la nueva situación que se generaba en la coalición, podría iniciarse un proceso de discusión respecto a la "renovación" de las figuras de la izquierda.
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